viernes, 27 de febrero de 2015

LA HISTORIA DE ESPAÑA TAMBIÉN ES SÍSMICA





España fue pionera en Europa y en América de muchos asuntos relacionados con la Tierra, su dinámica y una ordenación óptima para paliar el embate de una tierra violenta, hoy lo es en muchos campos más, aunque la debilidad política institucional no permita aflorar las históricamente brillantes ideas y posibilidades de a quienes ya se conocieron a la sazón como los pertenecientes a “la cabeza de Europa”


VISIÓN TRIDIMENSIONAL DEL TERREMOTO DE OSSA DE MONTIEL Y RÉPILCAS



1. ESPAÑA Y LOS TERREMOTOS, NADA NUEVO

Nuestra historia española, europea y americana está íntimamente ligada con los fenómenos sísmicos. Aunque no cesen de sorprender incluso a los expertos. A pesar del último terremoto de febrero de 2015 ampliamente sentido en Iberia, desde el norte de Castilla hasta el sur peninsular, y especialmente en el sureste de la capital Madrid, que no ha supuesto daños remarcables ni víctimas, estos acontecimientos inundan durante unas horas diarios, radios, televisión y medios de comunicación; al igual que los episodios más recientes como los de Lorca, El Hierro, Jaén o Navarra, ocupan espacios de actualidad con tiempos muy cortos y no llegan a cuajar en una población que sigue dando señales de desconocimiento de este fenómeno natural, el cual rápidamente vuelve a ser marginal.

Así es como se desarrolla nuestra “amnesia sísmica” a pesar por ejemplo de puntualidades como el desalojar la sede del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) durante unos minutos después de que saltara la alarma de seguridad el pasado 23 de febrero de 2105, fecha que para algunos quedará fijada en su memoria como el día que vio tambalearse su barrio. Al menos sabemos que poco a poco la ciencia y la conciencia sísmica calan en una sociedad que vive de espaldas a su historia de terremotos, y es que hace la friolera de 131 años que Iberia no ha temblado de manera destructiva.

La geohistoria no obstante, nos habla de algo mucho más vehemente. A la luz de la realidad histórica, deberíamos tomar estos sorprendentes eventos muy en serio, sobre todo por la particular realidad presente y futura que nos espera, la cual podría destacarse en un pequeño gran detalle histórico: en esta anomalía sísmica de 131 años, un nuevo elemento comenzó a formar parte de nuestras vidas y se extendió como nunca otro lo había hecho antes: el hormigón armado.


2. PIONEROS

Pocos lo saben, pero España fue pionera en Europa y en América de muchos asuntos relacionados con la Tierra, su dinámica y una ordenación óptima para paliar el embate de una tierra violenta, hoy lo es en muchos campos más, aunque la debilidad política institucional no permita aflorar las históricamente brillantes ideas y posibilidades de a quienes ya se conocieron a la sazón como los pertenecientes a “la cabeza de Europa”, la ciudad de Guatemala supuso uno de sus mejores laboratorios y éxitos. Los terremotos de Santa Marta, de 1773, paralizaron el desarrollo de la ciudad de Santiago de los Caballeros, capital del Reino de Guatemala (hoy la Antigua Guatemala); el entonces Presidente y Capitán General, Martín de Mayorga, decidió como conveniente su traslado a otro lugar.

El primer urbanismo que contaba con una incipiente mirada geotécnica, que luego se comprobó muy positiva y se extendió por el orbe, incluso volvió como experiencia de ultramar para aplicarse a Torrevieja en 1829; paradójicamente y a pesar de haber sido olvidado en normativas urbanísticas modernas, el urbanismo sismorresitente es español (desde Filipinas a Centroamérica las experiencias se exportaron a todo el mundo). En la búsqueda del nuevo emplazamiento se localizaron varios lugares; un paraje en Chimaltenango, un valle en Jalapa y el valle de la Ermita en Guatemala; a fines de agosto de 1773 se determinó que provisionalmente sería el Valle de La Ermita o de Las Vacas el nuevo asiento de la capital.

El 21 de julio de 1775, casi veinte años después del mayor terremoto y tsunami que sacudirían Europa, y que especialmente se ensañó con Portugal y España (Mw 8,8) con más de 100.000 muertos, se emitió en España la Real Cédula aprobatoria del cambio de lugar, la cual llegó a Guatemala el día 1 de diciembre, entonces toda Europa, consternada aún, empezaba a despertar a su mortífera realidad telúrica de una manera más moderna, casi científica. Pero poco a poco la mayor parte de la población ya caía en el recurrente olvido europeo de la sismicidad, habían pasado dos décadas del terremoto de Lisboa.

Algo más les duró a los europeos la tregua sísmica y el olvido se dilató casi tres décadas, pero enseguida, ocho años después de comenzar el nuevo proyecto de la ciudad de Guatemala, en 1783, Calabria se lo volvió a recordar a toda Europa. Otra vez y poco a poco entre guerra y guerra, Europa se sumiría en su particular amnesia sísmica, y ya volverían a ser pocos los brotes que despertaran a semejante realidad a la memoria europea: 1802 en Vrancea (Rumanía), Almería en 1804, en Alicante, Torrevieja en 1829, el gran terremoto napolitano de 1857, en 1881 en Chios (Grecia), en 1884 en Colchester (Inglaterra) y ese mismo año en Arenas de Rey, conocido como el terremoto de Andalucía rubrica y pone fin a una época de 131 años en la que los temblores de tierra formaron parte de la cultura europea, se estudiaban en colegios y universidades y se daban pautas de qué hacer si brotaban. Esa cultura nunca más volvió.

Desde entonces, tan sólo las desgracias, como las recientes italianas y españolas, nos recuerdan a los europeos la realidad sísmica de nuestras tierras, no la prevención, la resistencia o las políticas resilientes, como las que salieron de la sustancia gris de nuestro patrimonio geotécnico y urbanista y así quedó sellado en Centroamérica; hoy ese olvido ha traído las lamentables imágenes italianas y españolas que todo el orbe ha visto alarmado en 2009, 2011 y 2012, son las instantáneas de la incapacidad para sobreponerse, de la amnesia, de la dejadez, de esa falta de cultura (en especial sísmica) que en pleno siglo XXI sigue siendo letal en Europa, el olvido del pasado frustra un futuro brillante como el que desarrollaron nuestros antepasados.

EL PLANO DE LA NUEVA GUATEMALA DE MARCOS IBÁÑEZ (24-IX-1778) INCLUYE ALGUNAS MODIFICACIONES RESPECTO DEL PROYECTO ORIGINAL FRUTO DE LA OBSERVACIÓN DIRECTA "IN SITU" DE LA TOPOGRAFÍA, INCIPIENTE GEOLOGÍA PAISAJÍSTICA Y ASPECTOS PRAGMÁTICOS Y URBANÍSTICOS


3. MIRANDO AL FUTURO

Ahora, una irrefrenable tendencia a la concentración en ciudades, lo cual ya parece imparable, nos hace afrontar que en España en breve, cerca del 70% de la población viviremos en núcleos urbanos más vulnerables a estos fenómenos. Muchas de nuestras ciudades se han construido en muy cortos lapsos de tiempo; los criterios de ordenación heredados pertenecen a planteamientos urbanísticos del siglo XX, entonces la sismicidad no era un factor a tener en cuenta como sí lo fue en el siglo XVIII ó XIX. Los recientes terremotos europeos mayores de 5 han sorteado en cierta medida el golpear cerca de grandes ciudades, si exceptuamos Lorca en 2011 (4,5 y 5,2) o l’Aquila en 2009 (5,8) así como los de Emilia Romagna en 2012, de momento los núcleos urbanos en general en Europa se han librado, pero esto no tiene por qué seguir siendo así.

La historia de España en los últimos siete siglos, está repleta de ejemplos de terremotos destructivos con intensidades por encima de VIII. Por ejemplo, en la zona pirenaica cuatro grandes terremotos con magnitudes 6 a 7 han impactado durante los últimos seis siglos. Estos eventos destructivos tuvieron intensidades de hasta IX; el último fue en 1750, hace 265 años. La ausencia de terremotos catastróficos en el último siglo se refleja en la falta de conciencia social de este peligro, y también en la escasez de investigación científica e importancia dedicada al estudio profundo de las estructuras sismogenéticas que nos preceden; desde Altamira y nuestras antorchas, hasta el almacén de residuos nucleares de Villar de Cañas, las fallas han estado ahí y cada cierto tiempo se desgarran. Tan sólo en el siglo XIII sucedió lo que ha pasado entre el XX y lo que llevamos de XXI: vivir nuestro devenir sin terremotos destructivos, es el lapso de tiempo más largo de nuestra historia en que estos fenómenos nos han dado una tregua.

Fenómenos “intraplaca” como el de Ossa de Montiel de 2015 (M 5,2) no deben pasar al olvido; zonas catalogadas como de poca o casi nula actividad sísmica a veces nos traen sorpresas. Por ejemplo, en 1817, en Arnedo (La Rioja) se produjo un terremoto al que se le ha adjudicado una magnitud por encima de 6, se sintió desde Palencia a Barcelona. Turruncún y otros pueblos riojanos fueron destrozados por otro terremoto de 5,1 en 1929. Nuevamente en 1961 otro sismo azotó buena parte de Aguilar del río Alhama y alrededores.

Más reciente y cerca por poner otro ejemplo “intraplaca” y además ya bajo la moderna perspectiva de normativas sísmicas y mapas de peligrosidad, podemos recordar aquel tan superficial de Pedro Muñoz (Ciudad Real). En 2007, golpeó (M 5,1) en plena zona clasificada ya por las normas hoy vigentes como de “bajo riesgo sísmico”, los testimonios de cuadros movidos, lámparas oscilando y sustos de la población incluyeron Huelva, Aragón o Asturias; hubo daños en edificaciones, sólo colapsó parte del Teatro de Almagro. En 1994 con la norma NCSE94 Lugo pasó a ser sobre papel una zona de baja sismicidad; entre 1995 y 1997 los terremotos lucenses (de hasta 5,2 y 5,3) estremecieron todo el norte y oeste peninsular.

Trágicamente hoy, una parte significativa ya de las ciudades también de Europa y España están localizadas cerca de regiones de conocida (o aún no) actividad sísmica ¿No es hora de repensar el urbanismo y desarrollar nuestras mejores herramientas de mitigación como la ley del suelo de 2008? Las normas de construcción sismorresistente no han sido, no son, y nunca serán suficientes. La historia nos ha dejado una laguna cultural de más de un siglo en relación a la consideración y toma en serio de estos fenómenos naturales. Recordemos que también Emilia Romagna llevaba 450 años “dormida”. En ese tiempo esa zona italiana perdió su memoria sísmica que se reflejó en la normativa italiana de 2004, en su zonación de “baja sismicidad” (5,8 y 6,0). Ahora se sabe gracias a los historiadores que no fue así, Italia ya tiene historiadores en los comités que hacen normativas, EEUU, Irán, Guatemala, Japón, también.

Los reglamentos urbanísticos nacen de esos comités, son los que determinan el marco volumétrico (normalmente por optimización del espacio) de un edifico, generalmente sin planes de diseño anti-sísmico; consideran que los terremotos actúan solamente sobre las “partes” del sistema (por ejemplo NCSE-02 o EHE), es decir, los edificios y sus estructuras, en vez de sobre el verdadero escenario sísmico: la ciudad.

Durante el lapso sísmico que va desde el terremoto de Andalucía de 1884 (M 6,6) con cerca de un millar de víctimas y una destrucción de intensidad X hemos pasado de unos 16 millones de personas viviendo fundamentalmente en un ambiente rural inmóvil, a 47 millones, una población predominantemente urbana y de alta movilidad. Aquí es donde radica el mayor peligro, y mucho más ahora que antes. La verdadera historia de España ha sido sísmica, salvando esta anomalía de 131 años justo en plena modernidad.

Tampoco deberemos olvidar que todas las teorías científicas sobre las causas de los sucesos sísmicos, volcánicos y tectónicos, se han concebido como si el movimiento espacial de la materia mineral fuera el único acontecimiento a tener en cuenta. No es de extrañar que ninguna de las teorías, hasta ahora, haya resultado realmente satisfactoria incluso para el pensamiento de orientación más mecanicista. Los resultados de decenas de estudios en todo el mundo para correlacionar clima y terremotos, en ambientes intraplaca así como en ambientes marginales de placa, en los cinco continentes, proporcionan en conjunto un fuerte apoyo a hipótesis en las que tanto el clima como nuestras actividades mineras, industriales, grandes infraestructuras, proporcionan una explicación satisfactoria para los terremotos intraplaca; produciéndose a través de la variación de la presión de poros, independientemente del régimen tectónico. Por ello, repensar el urbanismo del siglo XXI teniendo en cuenta nuestra implicación, tanto en el cambio climático como en la dinámica más externa de la corteza, es un reto que los geólogos deberemos afrontar y saber transmitir a toda la sociedad y la ciudadanía.

jueves, 26 de febrero de 2015

LAS INUNDACIONES EN PAMPLONA EN FEBRERO DE 2015: EL CRECIENTE ÉXITO DE UNA CIUDADANÍA CONCIENCIADA



LA ROCHAPEA, PAMPLONA, 25 DE FEBRERO DE 2015 (EFE)


ANTES DE SEGUIR LEYENDO RECOMIENDO UN LIBRO PARA BAJAR:


La ligeramente menor cuantía de los parámetros físicos que generaron las inundaciones, no es razón para reconocer el papel de la ciudadanía, mucho más experta y concienciada, con una mejor coordinada información desde las instituciones, y en definitiva, el aprendizaje desde la experiencia, lo que sin duda, ha paliado daños como los vistos en avenidas anteriores.



1. LAS COINCIDENCIAS NATURALES DE SIEMPRE

Menos de dos años después de las inundaciones de junio de 2013 se reproduce el fenómeno en febrero de 2015, pero esta vez de una manera en la que se han minimizado los daños aún sin haber modificado el medio físico afectado de manera remarcable. Es por tanto la experiencia, sensatez y prudencia de la ciudadanía, la que explica el cómo los perjuicios generados en algunos barrios de Pamplona han sido mucho menores esta vez.

Parte del medio humano asentado en cotas topográficas bajas, con una estratigrafía y geomorfología ligadas a unidades de valle fluvial o llanura de inundación, y que ha sufrido grandes avenidas a menudo en los últimos años, esta vez ha salido airoso.

Se ha aprendido mucho mejor la lección, la colaboración ciudadana ha evitado escenas de calamidad como las presenciadas en anteriores episodios, el sentido común, como no aparcar en las nuevas zonas urbanizadas durante la década pasada de ya bien conocida reincidencia inundable con avenidas moderadamente frecuentes, el no utilizar según qué vías de comunicación, o preparar las bajeras de los edificios para la embestida del agua..., han amortiguado el efecto negativo de otras ocasiones; y todo ello a pesar de unas débiles mejoras en infraestructuras, ya que las medidas urbanísticas tomadas después de junio de 2013 han sido prácticamente insignificantes.

También se debe destacar el hecho de no haber progresado la crecida tan intensa y rápidamente como por ejemplo en junio de 2013, además de haberse quedado un poco por debajo en cuanto al nivel alcanzado. Estos detalles, sin duda, suponen factores determinantes para evitar peores resultados, pero no eclipsan el motivo y ensalce del éxito ciudadano.


Así, la ligeramente menor cuantía de los parámetros físicos que generaron las inundaciones, no es razón para reconocer el papel de la ciudadanía, mucho más experta y concienciada, con una mejor coordinada información desde las instituciones, y en definitiva, el aprendizaje desde la experiencia, lo que sin duda, ha paliado daños como los vistos en avenidas anteriores.

Las causas de estas inundaciones mucho mejor gestionadas por nuestros dirigentes y por los ciudadanos, son las mismas apuntadas otras veces:

1. Precipitaciones intensas, deshielo por subida de temperaturas y no regulación del río Ulzama

2. Saturación hídrica de la comarca: el terreno no tiene capacidad de absorber más

3. La voracidad urbanística de las últimas décadas, se han urbanizado llanuras de inundación


Así se veía el día 25 de febrero de 2015 a las 18 horas la confluencia de los ríos Ulzama y Arga

El análisis geomorfológico, urbanístico y meteorológico se puede ver en este enlace publicado en 2013. Aunque la implantación de políticas preventivas y optimizadoras, acordes con los rasgos ambientales, geológicos, climáticos, y de distribución del territorio, todavía se advierten por parte de nuestros dirigentes, como algo difuso y limitativo de desarrollo económico, pero hemos mejorado sensiblemente. Las actuaciones post-catástrofe se siguen orientando mucho más hacia una exigencia de recuperación de la situación igual a la anterior que hacia la posibilidad de impulsar nuevas políticas para garantizar la resistencia futura y la resiliencia.

Está claro que no sabemos cuánto, cuándo, cómo y dónde va a llover pero sí sabemos por dónde sí y por dónde no va a discurrir el agua. Conociendo semejantes precedentes no es tan difícil organizar nuestras necesidades de manera acorde con las avenidas.


2. LA PROTECCIÓN Y LA PEDAGOGÍA INSTITUCIONAL

La extraordinaria complejidad del entramado jurídico español sobre la gestión del agua y la confusión derivada de su frecuente uso en el ámbito de los enfrentamientos políticos, aún son responsables en buena medida también de nuestras catástrofes, a veces mucho más que su desequilibrado reparto e incomprendida dinámica.

Sin lugar a dudas, en Navarra sigue habiendo un exceso de discurso vertical: nuestros dirigentes insisten en sus grandilocuentes "soluciones definitivas" y así mucha gente (que no es especialista en estos temas) acaba adoptando esa visión como la única posible creyendo que su papel es irrelevante o nulo ante la embestida de una catástrofe natural, una muestra más de la deficiencia pedagógica de nuestras instituciones, con actitudes muy paternalistas allí donde verdaderamente no debieran serlo.

MEDIDAS SENCILLAS PARA VIVIENDAS EN ZONA INUNDABLE
La prevención, con o sin esa cultura pedagógica, que debiera acompañarla, alcanza siempre el nivel familiar, escolar, laboral..., que también deberá enfrentarse con sus propias armas al rostro más doméstico, pero también devastador de una inundación. Por eso sus armas deberán renovarse, y ese debiera ser el papel fundamental de los programas de carácter pedagógico prácticamente inexistentes en nuestra comunidad.


La protección es una actividad intuitiva y permanente, tanto individual como colectiva, pero ésta sólo es eficaz si está basada en unos conocimientos que crean hábitos de protección sistemáticos y racionales. La práctica de la autoprotección por los componentes de un grupo social, además de favorecer a cada uno de ellos, genera la seguridad del colectivo: de aquí su importancia y necesidad de proyección a la comunidad a través de programas educativos serios y creíbles.

Los medios de comunicación de masas pueden hacer mucho más. Entre otras cosas promocionar esta propuesta pedagógica que tan buenos resultados ofrece, algo que repercute también para su propio bien, pues al fin y al cabo son personas que pueden ser afectadas quienes cubren esta información.

Suele ser fruto de la debilidad política institucional el que se utilice el entramado de medios para precisamente mostrar su debilidad disfrazada de fortaleza; en vez de divulgar soluciones resistentes y resilientes a medio y largo plazo, presentan los siempre mediática y ostentosamente exhibidos "parches" rodeados de pompa, y a ser posible con mucho bombo y platillo...


3. MIRANDO HACIA EL FUTURO

En ocasiones, las circunstancias difíciles o los traumas, permiten desarrollar recursos que se encontraban latentes y que la propia comunidad desconocía hasta el momento, lo que ha sucedido en la Cuenca de Pamplona esta vez es un éxito. Es lo que estamos haciendo aflorar desde este tipo de blogs y desde estos planteamientos más humanos o de supervivencia, en contraposición a los eternos discursos políticos que se siguen mostrando estériles; también el trabajo debe ser a pie de obra, de colegio, de instituto, de universidad: desarrollar e impulsar por un sector de los técnicos que trabajamos en desastres naturales esta filosofía traerá muchos beneficios humanos, sociales y ahorro económico. 

Nuestras publicaciones, conferencias, proyectos y trabajos deben apuntar en esa dirección con la mayor intensidad de la que seamos capaces, si la lección no se aprende por la aplastante fuerza de la voluntad especulativa, debilidad institucional o intereses partidistas, cualquier día cualquier localidad de la Cuenca de Pamplona se volverá  a ver una vez más en las mismas condiciones en que una vez se vio en pleno siglo XXI: con el agua al cuello, pérdidas millonarias, desgracias humanas y sociales, o perjuicios de cuaquier naturaleza. Esta vez podemos decir que hemos salido airosos, este espíritu debe mantenerse y así como se aprende de las desgracias y los errores para no volver a caer en ellos, la ciudadanía debe interiorizar este último relativo éxito, sin relajarse, asumiendo que se ha mejorado, y sobre todo: siendo consciente de que la protección es una labor tan comunitaria como individual.

Pero lo primero que deberemos interiorizar es que si no empezamos por nosotros mismos como individuos, la comunidad no llegará nunca a poder desarrollar dicha resiliencia. De nada sirve desarrollar y acumular normativa sobre las piezas de un sistema que desconoce su propia dinámica: nuestras villas, pueblos, ciudades, como los verdaderos escenarios de los desastres naturales, se van haciendo cada vez más vulnerables de la mano de la especulación, los recortes en mejora y mantenimiento de infraestructuras, en un medio natural cuyo aumento en la frecuencia de los eventos extremos parece inevitable, y si no se da un cambio social importante (que parece que sí), va a ir progresando la falta de resistencia física a este tipo de episodios.

No obstante parece que los pasos en la buena dirección los está dando una ciudadanía que comienza a mostrar mucha mayor madurez, única manera de momento, capaz de compensar los nuevos retos y las viejas y nuevas deficiencias que una y otra vez vuelven a salir a la luz y más o menos corregimos, esta vez el más ha salido vencedor.

MAPA DE INUNDABILIDAD DE PAMPLONA
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martes, 24 de febrero de 2015

DESPERTAR DE NUESTRA AMNESIA SÍSMICA




PUBLICADO EN VARIOS MEDIOS
RELACIONADO CON: AMNESIA SÍSMICA
EL TERREMOTO DE OSSA DE MONTIEL DEL 23 DE FEBRERO DE 2015 (5,2 mbLg)


Los recientes terremotos europeos mayores de 5 han sorteado en cierta medida el golpear cerca de grandes ciudades, si exceptuamos Lorca en 2011 (4,5 y 5,2) o l’Aquila en 2009 (5,8) así como los de Emilia Romagna en 2012, de momento, los núcleos urbanos en general en Europa se han librado, pero esto no tiene por qué seguir siendo así.


VISIÓN TRIDIMENSIONAL DEL TERREMOTO DE OSSA DE MONTIEL Y RÉPILCAS


Un nuevo terremoto con intensidad V y magnitud 5,2 mbLg, impacta en una zona no propensa a la sismicidad y da la sorpresa a geólogos y expertos; se siente en el sureste español y sobre todo desata la alarma en las redes sociales por su impacto en la capital Madrid; unas horas después ya se habían dado varias réplicas, también hubo terremotos premonitorios unas horas antes. Se trata de otro terremoto muy similar al de 2007 que golpeó en Pedro Muñoz y se sintió desde Asturias hasta Murcia, el centro de Iberia es una de esas zonas intraplaca (no hay choque de placas) donde estos fenómenos son raros, sin embargo hay fallas supuestamente desconocidas y cada cierto tiempo nos despiertan de nuestra amnesia sísmica.

La historia de España salvando el lapso de 131 años justo a la entrada de la modernidad en los últimos siete siglos, está repleta de ejemplos de terremotos destructivos con intensidades por encima de VIII en la escala Mercalli (por encima de 5 a 6 en la de Richter), "los temblores de tierras" y el qué hacer si brotaban, eran temas de estudio en las escuelas y universidades hasta hace cien años. La cultura de la sismicidad es un fenómeno que no se ha actualizado como otros aspectos del país. Simplemente se olvidó. Cada vez son más frecuentes estos fenómenos, nos dicen desde entidades como el USGS o la NASA, nuestras actividades industriales, extractivas, inyecciones de fluidos, nuestras enormes infraestructuras y los agresivos cambios en los patrones hídricos y climáticos según expertos como Bill McGuire, John K. Costain y otros, así nos lo vienen advirtiendo, provocan perturbaciones en la corteza que tarde o temprano se reajusta y lo sentimos como terremoto.

ZONA EPICENTRAL (IGN)

Posiblemente lo ocurrido en Albacete sea algo normal: el transcurso de un fenómeno cuya recurrencia en la zona puede ser de siglos. El medio humano va adaptándose poco a poco a los embates de la Naturaleza, y deberá contar no sólo con la sismicidad natural tan poco estudiada, sino con aquella que ya claramente nos advierten proveniente de nuestras actividades. La labor de separar ambas es difícil y sometida a todo tipo de intereses o especulaciones más o menos molestas, sin embargo es un hecho, pero un hecho en que todavía hay líneas oficiales y visiones emergentes de un fenómeno que ha acompañado al ser humano desde que éste apareció andando sobre dos miembros por la corteza terrestre. Los terremotos ya existían, ahora siguen con nosotros y lo seguirán haciendo. El problema es que sólo nos acordamos de Santa Bárbara cuando truena.

Las fallas españolas activas aparecen implícitas en nuestra norma sismorresistente (NCSE02) aún vigente desde 2002, pero en profunda revisión después de lo de Lorca. Las que consideramos inactivas no se contemplan. Las primeras afectarían a un total de 2618 localidades situadas en zonas con riesgo sísmico, en 724 se aglomeran más de 5000 habitantes, una población de más de 20 millones de personas. De las fallas que creemos inactivas casi nada sabemos. No obstante, a pesar de ser España un país sísmico, no existe una conciencia histórica de élite sectorial o de altura científica con cierta proyección popular, tampoco universitaria, sobre el riesgo sísmico y su importancia. El largo tiempo transcurrido,131 años, desde el catastrófico terremoto de Andalucía de 1884 con cerca de 1200 muertos y una destrucción que llegó al grado X, ha conformado también nuestra amnesia sísmica.

Episodios recientes como los de Lorca, El Hierro, Jaén o Navarra, ocupan espacios de actualidad en lapsos de tiempo muy cortos y el fenómeno vuelve a ser marginal. Sin embargo a la luz de la realidad de una irrefrenable tendencia a la concentración en ciudades, lo cual ya parece imparable, tendremos que afrontar algo para nada desechable: en una década cerca del 70% de la población viviremos en núcleos urbanos más vulnerables a estos fenómenos. Muchas de nuestras ciudades se han construido en muy cortos lapsos de tiempo; los criterios de ordenación heredados pertenecen a planteamientos urbanísticos del siglo XX donde la sismicidad no era un factor a tener en cuenta. Los recientes terremotos europeos mayores de 5 han sorteado en cierta medida el golpear cerca de grandes ciudades, si exceptuamos Lorca en 2011 (4,5 y 5,2) o l’Aquila en 2009 (5,8) así como los de Emilia Romagna en 2012, de momento, los núcleos urbanos en general en Europa se han librado, pero esto no tiene por qué seguir siendo así.

LOS EPICENTROS VAN MARCANDO UNA LÍNEA PREFERENTE, POSIBLEMENTE LA FALLA SISMOGENÉTICA

sábado, 21 de febrero de 2015

EVIDENCE OF CLIMATE CHANGE AND ITS UNECONOMICAL IMPACT





Due to the attention and reception this article has received, I have decided to publish it in English so as to reach a wider audience. Enjoy! Thanks to Gary P Kisner.


Debido al interés y comentarios recibidos por este artículo, he decidico publicarlo en inglés y alcanzar así una mayor audiencia. ¡Disfrútalo! Gracias a Gary P Kisner.





PUBLISHED IN VARIOUS MEDIA
DOES ECONOMIC GROWTH HAVE LIMITS? WILL GROWTH COLLIDE WITH ANYTHING?


Growth has limits that remain invisible to the economy and of little interest to politicians and citizens. News of expected growth, achieved growth or threatened growth is all that is reported today.

Growth is the watchword of policy proposals, here and around the world, and remains the accepted solution to avoid poverty, pollution or debt.

The question is whether there can really be unlimited growth, and geology imposes an answer on us: if we do not want another mass extinction, no. Only limited, uneconomic growth is allowed. But geology has not been asked for our opinion.


Keywords: uneconomic growth, unconventional hydrocarbon extraction, climate change, decline, collapse, extreme events.


Thousands of seals are killed on the Pacific coast of the US, sardines change their physiology and migrate north, scallop fishermen are out of work, and parasites annihilate sea life. Big diseases small names break out in a globalized world, about sixty million people now hold the title of the first peoples to be displaced by climate change... The list is very long, and the time is short time, both for the development of the environmental damage, and for humans to react.

'Climate change' is here, and has come not only to stay, but to make things worse. If 2014 left us record temperatures on land, sea and air, the highest in recorded history, 2015 starts with the same trend. Despite the cold of the last days in these latitudes of southern Europe, January 2015 is already the second warmest Januaryon record. Extreme events seem to unfold as if planned: they are more frequent and violent with disrupted weather patterns. Geology has changed.

While countries such as Poland, Russia, Canada and China have experienced a mild winter, the polar vortex attacked the east coast of the US for the second consecutive year, the Sahara registered unprecedented averagesbelow 4° C and the North Pole above 8º C melts at speeds never before seen. The Ebro River overflows twice in a single month...

GLOBAL TEMPERATURE ANOMALIES IN JANUARY 2015 (NASA GISS.)

Meanwhile the scientific community gives voices its alarm, but our governments and bureaucracies suffer from total deafness resulting in complete inactivity. Economic growth has been strengthening as the central goal of human effort on this strange planet. The driving force has been the easy supply of fossil fuels, the geological “blood” that has moved and still barely moves the world economy, but with a serious drawback: the cumulative emissions of greenhouse gases due to the combustion of massive amounts of fossil fuels.

We did it because we could, because the energy was so handy it was easy to extract, refine and transport three activities that also require energy, and which contributed to our technological development, agriculture, health, welfare, culture. The tecnologicus homo who still inhabits this strange planet was made possible by coal, oil or natural gas- accessible fossil solar energy accumulated millions of years ago and we have "ventilated" in a few decades.

But supplying the energy that moves our machinery is no longer so easy; the energy costs and especially those of the extraction, refining and transportation are so high and with so many harmful effects on the welfare, culture and health of society that there is rising resentment. This is how we have brought to our house this guest which we have called 'climate change', but it did not arrive alone; it brought the destruction of the biosphere,and in economic terms: the debt.

THE RAPID INCREASE IN CO2 REACHED PREVIOUSLY UNKNOWN LIMITS IN OUR ATMOSPHERE

And this is how the current economic model is being challenged by science and not by the economy itself. No world can continue like this—neither in the physical nor in the supernatural sense; the latter approach is the one that seems to faithfully rely on economic science to be totally efficient, as if there is some economic activity capable of creating energy by itself. The big question is when will the bill have to be paid? And the bill for the industrial age is overdue.

Overall, the economy has yet to face the reality that economic activity is subject to the laws of thermodynamics. Energy is neither created nor destroyed, only transformed, and does so in one direction: from available to unavailable. It is especially noticeable when the physical limits to growth have already been exceeded.

Sometime between 2005 and 2008 the zenith of crude oil was reached, in 2010 with the rise of the expensive new techniques for extracting unconventional hydrocarbons began a new era of scarcity and uneconomic activity, energy demand fell, prices of raw materials became volatile. But it should be noted that for the first time in that year more than half of humanity began to live in cities, a new experience for life on the planet.

A REMARKABLE PLANETARY CHANGE OCCURRED IN THE YEAR 2010: MORE THAN HALF THE POPULATION BEGAN TO LIVE IN CITIES WHICH WAS A NEW EXPERIENCE FOR LIFE ON THE PLANET. IT IS THE YEAR OF THE BOOM IN OIL EXTRACTION BY UNCONVENTIONAL MEANS(FRACKING); A NEW ERA BEGINS WE COULD CALL THE ERA OF INEFFICIENCY OR UNECONOMIC GROWTH.

The city became in 2010 the structural unit of a new planetary wide inefficiency; cities, freedom and meeting spaces are more vulnerable, demanding more supplies and producing more waste, freedom and risk go hand in hand, growth has limits.

They are limits that remain invisible to the economy and of little interest to politicians and citizens. News of expected growth, achieved growth or threatened growth is all that is reported today. Growth is the watchword of policy proposals, here and around the world, and remains the accepted solution to avoid poverty, pollution or debt. The question is whether there can really be unlimited growth, and geology imposes an answer on us: if we do not want another mass extinction, no. Only limited, uneconomic growth is allowed. But geology has not been asked for our opinion.



THE IMAGES OF IMPACT:




URGE UNA NUEVA ACTITUD ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

viernes, 20 de febrero de 2015

LAS EVIDENCIAS DEL CAMBIO CLIMÁTICO Y SU IMPACTO INECONÓMICO






Debido al interés y comentarios recibidos por este artículo, he decidico publicarlo en inglés y alcanzar así una mayor audiencia. ¡Disfrútalo! Gracias a Gary P Kisner.

Due to the attention and reception this article has received, I have decided to publish it in English so as to reach a wider audience. Enjoy! Thanks to Gary P Kisner.





PUBLICADO EN VARIOS MEDIOS
¿TIENE LÍMITES EL "CRECIMIENTO ECONÓMICO"?  ¿COLISIONA CON ALGO?

El crecimiento tiene unos límites que siguen siendo invisibles para la economía y de poco interés para políticos y ciudadanos. Las noticias de crecimiento esperado, crecimiento amenazado o crecimiento alcanzado, absorben la actualidad. 

El crecimiento es el santo y seña de las propuestas políticas, aquí y en todo el mundo, sigue siendo la solución aceptada para evitar la pobreza, la contaminación o la deuda.

La cuestión es si verdaderamente se puede crecer, y la geología nos lo impone: si no queremos otra extinción, no; nos permite un crecimiento ineconómico, pero ella no ha pedido nuestra opinión.



Miles de focas se mueren en la costa pacífica de EE UU, las sardinas cambian su fisiología y emigran al norte, los pescadores de vieiras se quedan sin trabajo, los parásitos las aniquilan. Grandes enfermedades de nombres pequeños brotan en un mundo globalizado, cerca de sesenta millones de personas ya ostentan el título de desplazados climáticos… La lista es muy larga, el tiempo muy corto, tanto en el que se han desarrollado esos agravios, como el que nos queda para reaccionar.

El ‘cambio climático’ está aquí, y ha venido no sólo para quedarse, sino para empeorar las cosas. Si el año 2014 nos dejó los registros de temperaturas por tierra, mar y aire, más altos de la historia conocida, 2015 empieza con la misma tendencia. A pesar del frío de los últimos días por estas latitudes del sur de Europa, enero de 2015 es ya el segundo enero más cálido conocido en los registros. Los eventos extremos parece que se desarrollan según lo previsto: son más frecuentes y violentos con los patrones climáticos trastocados. La geología ha cambiado.

Mientras países como Polonia, Rusia, Canadá o China han vivido un invierno templado, el vórtice polar ataca por segundo año consecutivo la costa este de EE UU, el Sahara registra medias irreconocibles por debajo de 4ºC y el polo norte por encima de 8ºC se derrite a velocidades nunca vistas. El río Ebro se desborda dos veces en un mes…

ANOMALÍAS EN LA TEMPERATURA GLOBAL DE ENERO DE 2015 (NASA GISS.)

Entretanto la comunidad científica da voces de alarma, pero nuestros Gobiernos y burocracias sufren una sordera que se traduce en la más absoluta inactividad. El crecimiento económico se ha ido afianzando como el objetivo central del esfuerzo humano en este insólito planeta. Su motor ha sido el suministro de energía fósil fácil de obtener, la sangre geológica que ha movido y aún a duras penas mueve la economía mundial, pero con un grave inconveniente: la acumulación de emisiones de gases de efecto invernadero a causa de la combustión de ingentes cantidades de combustibles fósiles.

Lo hacíamos porque podíamos, porque la energía estaba tan a mano que era fácil su extracción, refinado y transporte, tres actividades que también requieren de energía para poder culminar y contribuir a nuestro desarrollo tecnológico, la agricultura, la sanidad, el bienestar, la cultura. El homo tecnologicus que aún habita este extraño planeta fue posible gracias al carbón, al petróleo accesible o al gas natural, energía solar fósil, acumulada hace millones de años y que nos hemos “ventilado” en unas décadas.

Pero el suministro que mueve nuestra maquinaria ya no está tan a mano, el coste energético y por lo tanto económico de la extracción, refinado y transporte es tan alto y con tantos efectos nocivos que el bienestar, la cultura, la sanidad, se resienten. Esta es la manera en que hemos traído a nuestra casa a este invitado al que hemos llamado ‘cambio climático’, pero que no venía solo, de la mano traía la destrucción de la Biosfera, en términos económicos: la deuda.

EL VERTIGINOSO INCREMENTO DE CO2 EN NUESTRA ATMÓSFERA HA ALCANZADO LÍMITES DESCONOCIDOS

Y es así como desde la ciencia y no desde la economía, se está poniendo en tela de juicio el modelo económico actual. No hay otro mundo para seguir igual, ni físico, ni como enfoque sobrenatural; este último enfoque es en el que parece confiar una ciencia económica fiel a toda eficiencia, como si existiese alguna actividad económica capaz de crear energía por sí misma. La gran pregunta es cuándo habrá que pagar la factura. Y la factura de la era industrial ya ha vencido.

En general, la economía aún debe hacer frente a la realidad de que la actividad económica está condicionada por las leyes de la termodinámica. La energía ni se crea ni se destruye, solo se transforma, y lo hace en una sola dirección: de disponible a no disponible. Es especialmente notorio cuando los límites físicos para crecer ya se han sobrepasado.

En algún momento entre 2005 y 2008 alcanzamos el zenit del crudo, en 2010 con el auge de las costosas nuevas técnicas de extracción de hidrocarburos no convencionales comenzó una nueva época de escasez y de actividad ineconómica, la demanda de energía cae, los precios de las materias primas se volatilizan, pero cabe resaltar que en ese año más de la mitad de la humanidad comenzamos a vivir en ciudades, una nueva experiencia para la vida en el planeta.

EL AÑO 2010 SUPUSO UN CAMBIO PLANETARIO REMARCABLE: MÁS DE LA MITAD DE LA POBLACIÓN YA VIVIMOS EN CIUDADES, UNA NUEVA EXPERIENCIA PARA LA VIDA EN EL PLANETA. ES EL AÑO DEL AUGE DE LOS MÉTODOS DE EXTRACCIÓN DE HIDROCARBUROS NO CONVENCIONALES  (FRACKING); COMIENZA UNA NUEVA ERA QUE PODRÍAMOS LLAMAR LA ERA DE LA INEFICIENCIA O DEL CRECIMIENTO INECONÓMICO.

La ciudad se convirtió en 2010 en la unidad estructural de una nueva era planetaria ineficiente, las ciudades, espacios de libertad y encuentro son más vulnerables, exigen cada vez más suministros y producen más desechos, la libertad y el riesgo se dan la mano, el crecimiento tiene límites.

Son límites que siguen siendo invisibles para la economía y de poco interés para políticos y ciudadanos. Las noticias de crecimiento esperado, crecimiento amenazado o crecimiento alcanzado, absorben la actualidad. El crecimiento es el santo y seña de las propuestas políticas, aquí y en todo el mundo, sigue siendo la solución aceptada para evitar la pobreza, la contaminación o la deuda. La cuestión es si verdaderamente se puede crecer, y la geología nos lo impone: si no queremos otra extinción, no; nos permite un crecimiento ineconómico, pero ella no ha pedido nuestra opinión.

LAS IMÁGENES DEL IMPACTO:
(ALGUNAS IMÁGENES PUEDEN HERIR SU SENSIBILIDAD)




URGE UNA NUEVA ACTITUD ANTE EL CAMBIO CLIMÁTICO

jueves, 12 de febrero de 2015

EL COLAPSO DE LAS SOCIEDADES, EL DECRECIMIENTO COMO IMPOSICIÓN GEOLÓGICA


El decrecimiento es una imposición geológica, ahí nadie ha pedido nuestra opinión, y entre un colapso de guerras y hambrunas, o un decrecimiento geológico ordenado y satisfactorio, hay una clave fundamental: un reparto equitativo de la riqueza. Las generaciones futuras que asumirán los costes de nuestras tecnologías iatrogénicas no pueden intervenir en las decisiones que les afectarán.

LA ISLA DE PASCUA: UN FAMOSO COLAPSO DE UNA SOCIEDAD QUE NO LO VIO VENIR, O NO SUPO EVITARLO

¿Cómo y por qué colapsan las sociedades? Con precedentes tan claros ¿por qué hemos elegido la senda de tirarnos por un precipicio? Jared Diamond explica que cuando hay conflicto de intereses (son los intereses a corto plazo de las élites que tienen un coste social y medioambiental que la Biosfera y la sociedad que la habitamos no puedemos asumir, tales como la contaminación de los acuíferos, el calentamiento global, la invasión de especies, la deforestación...), de manera que son buenos para ellos y malos para la sociedad, finalmente el colapso es el resultado en el 100% de los casos analizados.

La decadencia y caída de la civilización industrial-tecnológica se está desarrollando de manera normal, más o menos a un ritmo previsible. Los fundamentos puramente físicos, termodinámicos, explican infaliblemente el declive. En primer lugar, como las reservas de combustibles fósiles baratos abundantes se agotaron y la brecha ha tenido que ser llenada con muy costosas y mucho menos abundantes sustituciones, reduciendo así la energía neta, la economía se fue tras ella.

A medida que más y más riqueza real (es decir, física, como huevos, leche, arroz, trigo, patatas, petróleo, carbón..., y no sus imágenes abstractas compradas y vendidas hasta 150 veces en los mercados como en 2014, que se compró y vendió todo ello como si existiese de 50 a 150 veces...) tuvo que ser retirada de todas las demás actividades económicas para mantener la ya carísima extracción, suministro y transporte de energía de manera más o menos constante (así que esta vez el milagro se llamó ‪fracking‬, arenas bituminosas como en Petronor Múskiz-Vizcaya, carbón subvencionado...) hasta la destrucción de la demanda que finalmente se desvaneció e hizo que fuese necesario un esfuerzo cada vez más frenético para poder mantener el andamio, una mayor factura social y medioambiental y recortes en la jerarquía social.

Ahora la herencia se la dejamos a las generaciones futuras, que asumirán los costes de nuestras tecnologías iatrogénicas porque no pueden intervenir en las decisiones que les afectarán.

LA JERARQUÍA SOCIAL DE LAS "NECESIDADES ENERGÉTICAS" (CHARLES A. S. HALL): CUIDADO FAMILIAR, EDUCACIÓN, SANIDAD Y CULTURA SON SACRIFICADOS PARA EXTRAER, REFINAR Y TRANSPORTAR ENERGÍA.

La superestructura política y militar global, que creció y fue posible gracias a la era de los combustibles fósiles abundantes y baratos, se desmorona con el andamio, porque la dependencia de aquellas circunstancias que ya no existen, fue tal, que ahora, al no existir, están atacando al mismísimo engranaje de las férreas costuras que la hicieron nacer: el andamio se está cayendo delante de nuestras narices...

Desde los mayas a los escandinavos del siglo XV hasta la isla de Pascua, numerosos ejemplos e idéntico itinerario, y ya en 2003 Jared Diamond avanza el mal camino elegido por nosotros... ¿Estaremos a tiempo esta vez, con un mínimo de inteligencia, de comprender que trabajar por los intereses comunes nos beneficia más que hacerlo por los propios?

Son muchos los expertos que nos dan la clave: el decrecimiento es una imposición geológica, ahí nadie ha pedido nuestra opinión, y entre un colapso de guerras y hambrunas, o un decrecimiento geológico ordenado y satisfactorio, hay un factor fundamental: un reparto equitativo de la riqueza. Quien lea esto y tenga un mínimo de capacidad de observación y sensatez, será consciente de que de momento, el camino que hemos tomado es el primero...


JARED DIAMOND: SOBRE LOS MOTIVOS DEL COLAPSO DE LAS SOCIEDADES